"Comenzar a escribir, así, sin más... sin pensar en las consecuencias, sin detenerme a reflexionar, poner mi vida entera en el papel impreso, mis sueños y sangre plasmados. En fin, basar mi existencia con sus reticencias y dudas, con sus alegrías, lágrimas de dolor y vergüenza, con todo lo que deseo y no tengo, basarlo todo, como he dicho, en una historia parpadeando sospechosa desde un estante..."

-Salvastar.

sábado, 23 de abril de 2011

La curiosa historia de Mango Chupado (Cap. 3)

Una de las geniales ideas del Rey del Peine fue, precisamente, entrar a estudiar para aprovechar una beca. La búsqueda de su inteligencia andaba mal, la había ido a buscar cientos de veces a "Río de Janeiro" y no había conseguido sino una novia más, lo que causó los reclamos de la cerreña diez años mayor, la cual alegaba estar gravemente embarazada... pero no era culpa de Mango Chupado, ¡No señor! porque él nunca hace cosas malas, que quede claro. Bueno, volviendo al tema resulta que como la inteligencia era básicamente inexistente, Mango Chupado necesitaba estudiar algo fácil como... ¡Estilismo! Sí, eso era, así estaría rodeado de chicas peluqueras y tal vez algún gay, aún así estuvo dispuesto a correr el riesgo hasta que una tía le sugirió ir a su clase de cocina. ¡Genial! estaría rodeado de chicas cocineras y la clase parecía fácil. Casi podía babear al pensar en las chicas (yumi). Y así comenzó una nueva etapa para el Rey del Peine. Debido a tantas ocupaciones a veces hiba a cocinar, a veces no... Pero recuerden que no era su culpa, toda, toda la culpa la tenían los demás albañiles que le hacían bromas como siempre, que si también hiba a desfilar, con su mandil, sombrerote de cheff y sus sartenes colgando, que si ésto, que si aquéllo, mientras nuestro inocente amigo se ponía negro del coraje pues su piel morena no daba ni el tono morado. Hizo muchas bilis y casi no quiso comer por ésos días, ni él mismo probaba lo que cocinaba, le fuera a salir envenenado. Por eso y otras razones se enflacó mucho. Su abuela le decía que si seguía así sus hijos hiban a salir altos y flacos como chicoles, "osea" como él. Sin embargo Mango Chupado no se hiba a dejar vencer tan fácilmente y a pesar de la hambruna voluntaria de ojeroso y "lumbriciento" no pasó a mayores, por lo que todo ésto nos dice que, una vez más, la historia definitivamente no termina aquí.

1 comentario:

  1. Porfa dejen sus comentarios sobre ésta pequeña historia, bueno, espero sea de su agrado y se unan a mi blog ^^

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