"Comenzar a escribir, así, sin más... sin pensar en las consecuencias, sin detenerme a reflexionar, poner mi vida entera en el papel impreso, mis sueños y sangre plasmados. En fin, basar mi existencia con sus reticencias y dudas, con sus alegrías, lágrimas de dolor y vergüenza, con todo lo que deseo y no tengo, basarlo todo, como he dicho, en una historia parpadeando sospechosa desde un estante..."

-Salvastar.

lunes, 18 de abril de 2011

La curiosa historia de Mango Chupado (Cap. 2)

Un día mientras nuestro amigo Mango Chupado, mejor conocido como el Rey del Peine andaba revisando su correo electrónico se topó con un anuncio muy interesante sobre los cibernegocios. Los ojos le brillaron de inmediato, casi podía verse a sí mismo como un reggetonero bailando en You Tube con lindas chicas bien "acá". Imaginen por un momento su enooorme decepción al ver de lo que en realidad se trataba. Optó entonces por comenzar con un blog, porque éso de la albañilería era "retecansado" y ya no alcanzaba ni para las caguamas y los cigarritos. Como ya hemos mencionado su inteligencia andaba perdida u olvidada, bueno, aún lo está y no se ve ni para cuándo recuperarla, el caso es que se sintió muy bondadoso como siempre y dedicó todos sus momentos de ocio, que no eran pocos debido a la jaqueca que le impedía trabajar, se los dedicó, como decía, a crear un blog sobre San Juan de los Petates. Dijo maravillas, que si los preciosos bordados, los primorosos rebozos y la deliciosa comida que vendían en el mercado, por ejemplo mole con tzompantles y bla, bla, bla... acompañado de sus respectivas fotografías sacadas de internet. Tanta era la trompa de la que hacía gala como la de teclazos que utilizó para vestir bien bonito a su pueblo. No faltó quién leyera el blog, poco a poco la gente comenzó a visitarlo, provocando en Mango Chupado una serie de movimientos simiescos que él hacía sólo por celebrar. Justo con la Semana Mayor los turistas, aunque pocos, atraídos por verdadero interés hicieron su aparición. Por poco se pasaban derecho y no veían el mercado de tan chico y al subir las scaleras, ya bien hambrientos, esperando devisar el riquísimo mole con tzompantles, se llevaron tremenda decepción al ver a un hombre estirando p'a todos lados como pulpo pedazos de chicharrón hecho de cueros viejos de hace diez años conservados en refrigeración... el tufo ra insoportable. Dieron la vuelta los pobres, todos asqueados, tratando de pensar en los rebozos , en los bordados, pero al ver las tosquedades que eran y la la bola de "pokemones" que sólo repetían su nombre que era "buey" se quedaron con la peor imagen que pudieron imaginar. Por supuesto que no faltó el chismoso que les dijera quién era ése tal "SexyKakashi" como se había autonombrado Mango Chupado, así que al final del día después de un intento de linchamiento sobre su persona el bueno y pobre de Mango Chupado sintió que volvió a nacer, así que como podemos imaginar la historia no se acabó aquí.

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