"Comenzar a escribir, así, sin más... sin pensar en las consecuencias, sin detenerme a reflexionar, poner mi vida entera en el papel impreso, mis sueños y sangre plasmados. En fin, basar mi existencia con sus reticencias y dudas, con sus alegrías, lágrimas de dolor y vergüenza, con todo lo que deseo y no tengo, basarlo todo, como he dicho, en una historia parpadeando sospechosa desde un estante..."

-Salvastar.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El Relato.

   Ésto es algo que escribí desde el punto de Elizabeth Lucero (el personaje principal)... Lo que quise dar a entender es que las cosas que nos afectan dentro de éste mundo, el mundo "real" con todas sus crisis existenciales y demás, puede afectar, como es lógico, a nuestro mundo interior, sin embargo me esforzé en crear un personaje que no desaprovechara oportunidad alguna, y que aún estando herida en sus sentimientos tuviera el valor de enfrentar lo que pasaba  muy a su manera. Les dejo el relato inspirado en otro que leí, espero les guste, ¡hasta la próxima!


       Intala
Han pasado muchos días de dolor, de pena, y cuando por fin en el cumpleaños de mi mamá parecí calmarme, me dije "el ave es mi mamá... ella es mi ejemplo a seguir..." Para mí era algo importante, era una ilusión que me prometía que ella siempre estaría presente, luchando por mí. ¿Mentira? Mi imposibilidad de tener recuerdos felices se hacía pesada. Ni modo, no pudo ser, ella tiene sus asuntos, como siempre y, al igual que yo, cosas que simplemente no puede recordar. Ella nunca sabrá que vivo en el lugar más triste de la casa, aquél en el que ella nos pegaba, en el cual ella quiso amarrarme... un lugar repleto de letreros tristes y llenos de odio. Ella no valora lo que hago, mientras le platico se queda dormida. "El ave es mi mamá porque..." ¿Porqué debía ser ella el ave? Porque yo quería que así fuera, cerré los ojos, y escribí sobre un mundo en el cual yo sí importaba y no era simplemente un estorbo, un lugar en donde sí había razones para amarme o despreciarme. "El ave es mi mamá" me repetí a mí misma una y otra vez, sintiendo que me fallaban las fuerzas. Era mentira después de todo, yo la veía como una heroína, cuando en realidad era tirana, la vi como el ser más bello del mundo mientras ella saltaba sobre mi corazón despedazado... y mi amor derramado en el piso llegó a pudrirse de tal manera que ahora sólo supura rencor. Y con todas mis ilusiones y esperanzas sobre ella rotas, con un nuevo propósito en la vida, yo, por pura costumbre, sigo repitiéndome sin descanso "El ave es mi mamá... ella es mi ejemplo a seguir..."

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